jueves, 29 de diciembre de 2011

Pablo Neruda


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

martes, 27 de diciembre de 2011

Pablo Neruda

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Carolina se enamora de Federico Moccia

el sabor de un beso, la felicidad absurda, poder llegar con la punta de los dedos a tres metros sobre el cielo. Todo aquello que solo el amor loco, repentino, mágico, absurdo y único puede hacerte experimentar.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Tengo ganas de ti

Todos hablamos mucho cuando nos cuentan cosas parecidas que les ocurren a otras personas. No sé por qué, pero nunca pensamos que pueden sucedernos a nostrosy, en cambio, el día menos pensado...PAM! te toca a ti, como si te hubieras traído mala suerte tú sola. Tienes que arreglar cuentas con tu orgullo y tus ganas de seguir con él...Pero ¡que coñazo! Siempre he sido una negada en matemáticas. Y además en el amor no existen ecuaciones ni operaciones...No existe contable de los sentimientos ni asesor financiero del amo. ¿ Qué ocurre, que hay que pagar un impuesto para poder ser feliz? Si fuera verdad, lo pagaría agusto... Lo peor de todo es que le hecho de menos... Estoy en el puente, paro el coche y bajo. Me acuerdo de esa noche, esos besos...Veo nuestro candado y me acuerdo de cuando arrojó la llave. Era una promesa. ¿ Tan difícil era mantenerla?

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Federico Moccia

El amor con mayúsculas , el amor loco, esa felicidad absoluta, ese que desplaza a todos los demás, por guapos que sean.Amor infinito. Amor ilimitado.Amor planetario. Amor, amor, amor. Tres veces amor. Querrías repetir esa palabra mil veces, la escribes sobre papel y garabateas su nombre, pese a que, a fin de cuentas, apenas sabes nada de él...

Federico Moccia

Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre el blanco y los puntos sobre las "íes" a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, las que convierten un bostezo en una sonrisa, las que hacen latir el corazón ante las equivocaciones y los sentimientos. Es cierto. Los que mueren de verdad son los que no viven. Los que reprimen porque los asusta el que dirám. Los que hacen descuentos a la felicidad. Los que se comportan siempre de la misma forma pensando que no se puede hacer nada diferente, los que piensan que amar es como una jaula, los que nunca cometen pequeñas locuras para reírse de sí mismo o de los demás. Mueren los que no saben ni pedir ni ofrecer ayuda.