miércoles, 21 de diciembre de 2011

Federico Moccia

Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre el blanco y los puntos sobre las "íes" a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, las que convierten un bostezo en una sonrisa, las que hacen latir el corazón ante las equivocaciones y los sentimientos. Es cierto. Los que mueren de verdad son los que no viven. Los que reprimen porque los asusta el que dirám. Los que hacen descuentos a la felicidad. Los que se comportan siempre de la misma forma pensando que no se puede hacer nada diferente, los que piensan que amar es como una jaula, los que nunca cometen pequeñas locuras para reírse de sí mismo o de los demás. Mueren los que no saben ni pedir ni ofrecer ayuda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario